miércoles, 1 de enero de 2014

2014: El año de las consolidaciones

A principios del año pasado escribí que era el 2013: El año de los retos; no pude haber definido mejor ese año.

Me pasó de todo, fue un año muy complicado en mi vida, una verdadera porquería, créanme, sólo Diciembre salvo lo que era un desastre.

Primero, vi como uno de mis más grandes sueños casi se hace realidad, lo vi, lo estaba viviendo, ya estaba yo instalada, ya lo había gritado a los cuatro vientos.

Mi familia estaba más unida que nunca, mis padres estaban por consolidar su siempre complicada historia de amor.

Yo creí que iba a obtener la inspiración necesaria para impulsarme hacia mis metas, el amor era algo a lo que ya me habia resignado, sabía que estaba muy enamorada de la persona incorrecta, pero supuse lo iba a superar, que me iba a poder alejar porque sentí que esa persona ya no iba a necesitarme más.

En menos de 3 meses todo colapso, no pude conseguir mi sueño, no en ese momento, me lo arrebataron, así lo sentí, volví a ser la niña de 5 años a la que la decepcionaban, a la que le prometían algo a futuro para que en el presente el drama cesará, me volvieron a decepcionar las personas que creí ya no iban a lastimarme más.

Mi familia se dividió de un día para otro, tuve que ser fuerte otra vez, tuve que tragarme todo lo que sentía una vez más para hacer más amable el ambiente.

La persona que creí no iba a necesitarme más, me necesitaba, aunque su orgullo me lo impidiera, tenía que seguir ahí.

Me di cuenta que ya no podía seguir con la esperanza de estar a su lado, tenía que matar eso en mi y aunque no fue fácil, lo hice, lo logré.

A partir de eso me aventure a develar mi más grande secreto para aliviar mi carga, así lo hice y poco a poco lo conseguí, aquello que me torturó por años por fin me dejaba vivir.

Tuve dudas todo el tiempo, no lo negaré, pero esas dudas me hicieron aferrarme más a lo que no había conseguido, a lo que anhelaba, me resigne y así hice una reasignación de mis prioridades, la primera; ser feliz independientemente de los demás. No podía seguir tratando de salvar el mundo de los demás, sólo tenía que salvar mi mundo, me di cuenta así era más útil.

Retome mis clases de francés y con ello mi vida tomo cierto orden, esos 90 minutos de lunes a jueves se convirtieron en mi válvula de escape.

Finalmente eso me invito a seguir tras ese sueño que creí se iba a hacer posible en 2013, quizá no era el momento, quizá en el futuro cuando lo consiga sea más valioso de lo que pudo haberlo sido.

El último mes trajo consigo muchas confrontaciones, pero guardaba ese as, donde menos esperaba triunfar en 2013, sí, señores, estoy enamorada de quien creo es la persona perfecta para mi en este momento de mi vida, y como toda función exponencial, esto sólo va a crecer, aún hay cosas inciertas pero después del reto viene la confrontación de la que pinta para ser una gran aventura, no sé si me lo merezca, pero no me detendré a pensar en ello, voy a disfrutarlo, a vivir esa felicidad inesperada, todo es nuevo para mi pero no tengo ya más miedo de ir tras una felicidad que siempre he postergado.

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