martes, 12 de octubre de 2010

Misterios sin Resolver

Misterios sin resolver

30 septiembre 2010


Porque si yo no le gustaba, si le parecía tan grandote y tan ignorante ¿por qué estaba esperándome cuando salí de la clase de italiano [...]? Misterio. Si no tenía intenciones eróticas ¿por qué me propuso que camináramos un rato y me llevó al Parque Sullivan? Misterio. Y si a mí no me gustaba, si la encontraba tan deficiente físicamente ¿por qué la besé después y por qué estuve besándola cada vez que encontrábamos un rincón oscuro? Misterio. Y si pasó todo esto ¿por qué no pasó nada después? Es decir, ¿por qué no acabamos donde deben acabar estas cosas: en la cama? También misterio.
Jorge Ibargüengoitia, «La vela perpetua» en La ley de Herodes.

Hay cosas —como la Santísima Trinidad— que uno no se puede explicar, que son y seguirán siendo misterios —de la naturaleza, del acontecer o de la mente humana— constantes, intrincados, intrigantes. Los misterios son así, nos inquietan, nos sorprenden, nos dejan con ganas de más, nos hacen dudar, y es justo por eso que nos atraen de esa forma. Lo misterioso nos seduce.

El diccionario nos dice que misterio proviene del latín mysterĭum, y éste del griego μυστήριον, y los tres significan: «cosa arcana o muy recóndita, que no se puede comprender o explicar» y porque no se puede explicar, nos fascina.

Y si es misteriosa aquella costumbre escocesa de blackening the bride, también lo es el arte de la estampa japonesa llamado Ukiyo-e; las utopías, los multiples estados de la materia; las clepsidras y los relojes de sol, las historias que entrelazan a Aura de Carlos Fuentes con Los papeles de Aspern de Henry James; la derrota de Aníbal ante Escipión; la sabiduría que esconden los refranes, la manía de hablar con solecismos, y más aún, el porqué la gente bautiza a sus hijos con nombres inusuales.

No deja de ser misteriosa la agricultura —que siempre ha sido una manipulación humana de la naturaleza—; o la forma en que comemos pan o la manera en que caminan los animales —en ambladura o diagonal—, y también la portada del disco The Dark Side of the Moon de Pink Floyd o la forma de la primera Mac, la clásica; o los huevos que tenía Cuauhtémoc, la distribución de husos horarios de la República Mexicana o las poquísimas Denominaciones de Origen que tenemos en este país. Misterio es que el tango fuera considerado pecado por un Papa; la desaparición de los dinosaurios sobre la faz de la Tierra; las palabrotas como maremágnum, adéndum, referéndum, ultimátum y matrero; la supuesta homosexualidad de la poetisa Safo; las sanguinarias costumbres de Erzsébet Báthory; la secreta simbología que encierran los números; la extraña fisonomía de los lomilargos de los Altos de Jalisco y, sobre todo, el fenómeno inexplicable de la combustión espontánea.

Misterios sin resolver, cosas que nos dejan con la boca abierta, ideas diseminadas y sorprendentes, varias, divergentes, intrigantes, pueblan esta Algarabía 73, que yo espero que usted disfrute y le deje con ganas de más

María del Pilar Montes de Oca Sicilia

¿Acaso no se antoja leerla?... La recomendación de este mes en mi blog...
Fuente: http://www.algarabia.com/2010/09/30/misterios-sin-resolver/#more-3203

1 comentario:

  1. Espero eso primero no sea una pedrada y sea directo del enlace de Algarabía =P.

    Suena interesante. Un día de estos le daré una checada. Saludos!

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